Mi gato es positivo en Leucemia felina ¿Qué debo hacer?

El virus de la leucemia felina es un retrovirus que afecta a los gatos y se transmite mediante la saliva y las secreciones nasales.

La leucemia felina al necesitar contacto directo para poder transmitirse es más común encontrarlo en colonias callejeras o protectoras donde hay alta densidad de animales en poco espacio. Por este motivo, si adoptamos un gatito de la calle será necesario testarlo primero para poder confirmar que no está infectado y introducirlo en nuestro hogar junto con otros gatos sin riesgo de contagio.

Leucemia felina

Síntomas de la Leucemia felina

Pese a que el virus de la leucemia felina puede infectar a un gato de cualquier edad, es más común que se infecten los gatitos de menos de 6 meses. La sintomatología es bastante inespecífica, en líneas generales causa una depresión del sistema inmune y por lo cual una mayor predisposición a padecer cualquier infección secundaria. Algunos de los síntomas son:

  • Fiebre
  • Letargia
  • Debilidad
  • Pérdida de apetito
  • Pérdida de peso progresiva
  • Estomatitis, gingivitis
  • Mocos y estornudos
  • Diarrea
  • Disminución en el número de glóbulos blancos
  • Linfadenopatia

Pruebas diagnósticas

Dado que presentan un cuadro clínico muy general es difícil hacer un diagnóstico en base a los síntomas. Un gato que nunca ha sido testado y presenta cualquiera de los síntomas anteriormente mencionados puede ser posible positivo a leucemia por lo que hay que realizar las pruebas necesarias que puedan confirmar o descartar la enfermedad.

Análisis enzimoinmunoabsorbente (ELISA) Se basa en la detección del antígeno p27 libre en plasma o suero. Si se encuentra, será indicativo de infección por FeLV. Normalmente esta al acceso de cualquier clínica veterinaria y se realiza en ese mismo sitio con un resultado prácticamente inmediato mediante un test rápido. En el caso de la leucemia no afectan los anticuerpos manternales ni vacunaciones por lo que los resultados son fiables independientemente de la edad del gato. Hay que tener en cuenta que en las 2-3 primeras semanas donde el virus se encuentra en estado inicial puede darnos un falso negativo.

Serología mediante IFA (inmufluorescencia). Detecta el antíngeno p27 en el interior del citoplasma de neutrófilos y plaquetas.

PCR. Permite la detección del ADN vírico por lo que es la prueba más sensible. Puede hacerse a partir de los 15 días tras la exposición. Se realizan únicamente en laboratorios externos.

leucemia felina

Tratamiento de la Leucemia felina

Actualmente no hay ningún tratamiento eficaz frente a la leucemia felina y los antivirales por el momento no están resultando del todo efectivos. El tratamiento será tratar las infecciones secundarias que se puedan producir a causa de la inmunosupresión que origina el virus. El uso de sustancias que estimulen la respuesta inmune también estará indicado.

En conclusión, el pronóstico de los gatos positivos a leucemia es reservado y puede ir de unos meses a años. Evitar el estrés y un tratamiento sintomático adecuado de soporte puede permitir una buena calidad de vida del gato durante años.

Prevención de la enfermedad

La vacunación es la principal arma de prevención frente este virus. En el caso de gatos que no tengan acceso al exterior no es necesaria la vacunación a menos que pueda haber un futuro contacto con algún gato positivo. En el caso que nuestro gato tenga acceso al exterior sí será recomendable la vacunación anual frente a la leucemia. Debemos tener en cuenta que no se debe vacunar si el animal ya es positivo por lo que es de vital importancia comprobarlo mediante un test rápido o un examen serológico antes de su vacunación.

El virus de la leucemia felina es un retrovirus que afecta a los gatos y se transmite mediante la saliva y las secreciones nasales.

La leucemia felina al necesitar contacto directo para poder transmitirse es más común encontrarlo en colonias callejeras o protectoras donde hay alta densidad de animales en poco espacio. Por este motivo, si adoptamos un gatito de la calle será necesario testarlo primero para poder confirmar que no está infectado y introducirlo en nuestro hogar junto con otros gatos sin riesgo de contagio.

Leucemia felina

Síntomas de la Leucemia felina

Pese a que el virus de la leucemia felina puede infectar a un gato de cualquier edad, es más común que se infecten los gatitos de menos de 6 meses. La sintomatología es bastante inespecífica, en líneas generales causa una depresión del sistema inmune y por lo cual una mayor predisposición a padecer cualquier infección secundaria. Algunos de los síntomas son:

  • Fiebre
  • Letargia
  • Debilidad
  • Pérdida de apetito
  • Pérdida de peso progresiva
  • Estomatitis, gingivitis
  • Mocos y estornudos
  • Diarrea
  • Disminución en el número de glóbulos blancos
  • Linfadenopatia

Pruebas diagnósticas

Dado que presentan un cuadro clínico muy general es difícil hacer un diagnóstico en base a los síntomas. Un gato que nunca ha sido testado y presenta cualquiera de los síntomas anteriormente mencionados puede ser posible positivo a leucemia por lo que hay que realizar las pruebas necesarias que puedan confirmar o descartar la enfermedad.

Análisis enzimoinmunoabsorbente (ELISA) Se basa en la detección del antígeno p27 libre en plasma o suero. Si se encuentra, será indicativo de infección por FeLV. Normalmente esta al acceso de cualquier clínica veterinaria y se realiza en ese mismo sitio con un resultado prácticamente inmediato mediante un test rápido. En el caso de la leucemia no afectan los anticuerpos manternales ni vacunaciones por lo que los resultados son fiables independientemente de la edad del gato. Hay que tener en cuenta que en las 2-3 primeras semanas donde el virus se encuentra en estado inicial puede darnos un falso negativo.

Serología mediante IFA (inmufluorescencia). Detecta el antíngeno p27 en el interior del citoplasma de neutrófilos y plaquetas.

PCR. Permite la detección del ADN vírico por lo que es la prueba más sensible. Puede hacerse a partir de los 15 días tras la exposición. Se realizan únicamente en laboratorios externos.

leucemia felina

Tratamiento de la Leucemia felina

Actualmente no hay ningún tratamiento eficaz frente a la leucemia felina y los antivirales por el momento no están resultando del todo efectivos. El tratamiento será tratar las infecciones secundarias que se puedan producir a causa de la inmunosupresión que origina el virus. El uso de sustancias que estimulen la respuesta inmune también estará indicado.

En conclusión, el pronóstico de los gatos positivos a leucemia es reservado y puede ir de unos meses a años. Evitar el estrés y un tratamiento sintomático adecuado de soporte puede permitir una buena calidad de vida del gato durante años.

Prevención de la enfermedad

La vacunación es la principal arma de prevención frente este virus. En el caso de gatos que no tengan acceso al exterior no es necesaria la vacunación a menos que pueda haber un futuro contacto con algún gato positivo. En el caso que nuestro gato tenga acceso al exterior sí será recomendable la vacunación anual frente a la leucemia. Debemos tener en cuenta que no se debe vacunar si el animal ya es positivo por lo que es de vital importancia comprobarlo mediante un test rápido o un examen serológico antes de su vacunación.

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